Muchas son las ideas, ilusiones y esperanzas que nos aguardan en nuestra llegada a las zonas más desfavorecidas de Kenia. El mayor valor de estas zonas de chabolas siguen siendo sus niños, esos alegres muchachos, siempre sonrientes, que necesitan mejor alimentación, mejor vestimenta, y sobre todo, poder estudiar para un futuro con mejor porvenir.
El inicial objetivo de nuestro viaje es la finalización de los estudios de secundaria, de tres de nuestros niños, los cuales becamos en Kakamega, en St. Ignatius de Mukumu; y a los cuales les restan dos salidas: la vuelta a la oscura Kibera, o la continuación de estudios en la universidad. Difícil es el objetivo, aunque lucharemos para que dicho sueño se transforme en otra pequeña realidad, que les mejoren sus vidas y las de su entorno.
Como nuevo proyecto, vamos a presentar un Concurso de Cuentos e Historias de África, en diversas escuelas y universidades de Nairobi, Molo, Mukuru, Kakamega,… Un concurso sobre África, en el cual los actores y participantes sean africanos, y no europeos.
“El desarrollo de África necesita de la participación de quienes deben de ser sus principales actores: el pueblo de África”.