Codesarrollo, una nueva palabra en la Cooperación al Desarrollo
Notas sobre la Cooperación al Desarrollo
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Codesarrollo, una nueva palabra en la Cooperación al Desarrollo
Autor: Raúl Estañol Amiguet
Una confusión nueva, el codesarrollo. Debo de incidir en este término, ya que es una expresión que adopta relevancia en el mundo occidental, más concretamente en los países del Sur de Europa, por motivo de la crisis actual.
Fui participe, en una reunión de Fedacod, de cómo el ex director de cooperación de la Generalitat Valenciana expresó un discurso sobre el codesarrollo, contra el cual nadie dijo nada. Por ello me veo en la obligación moral de intentar aclarar lo falso.
Voy a intentar aclarar ese término tan en boga. Según Naïm Sair, gran intelectual francés al que se le atribuye el nacimiento de este término: el codesarrollo es “una propuesta para integrar inmigración y desarrollo de forma que ambos países, el de envío y el de acogida, puedan beneficiarse de los flujos migratorios. Es decir, es una forma de relación consensuada entre dos países de forma que el aporte de los inmigrantes al país de acogida no se traduzca en una pérdida para el país de envío”.
O sea: ya que los inmigrantes van a cobrar un dinero por su trabajo, hagamos que la parte de ese dinero que envíen a su país, sirva para el desarrollo del país de origen del inmigrante. Y además consigamos crear un puente entre la cultura del país de origen y la cultura del país de acogida, del inmigrante. Todo ello mediante la participación en proyectos que tengan que ver con colectivos de inmigrantes, lo cual permitirá la mejor integración de las personas emigrantes en los países de destino.
Curioso resulta que se le atribuya tan poco tiempo al nacimiento del término codesarrollo. En realidad la historia de los pueblos es la historia de las migraciones. La humanidad entera ha sido siempre emigrante, en todos los puntos del planeta. Y el enriquecimiento de ello es lo que nos ha permitido evolucionar, hasta el momento actual.
Una problemática se desprende en la actualidad, ya que dichas relaciones de los inmigrantes con sus países de origen se produce realmente de forma natural, debido a los lazos familiares y afectivos que mantienen con su tierra natal. Al crearse un ideario sobre el codesarrollo, se fuerza el incluir las teorías del codesarrollo como mecanismo de desarrollo, olvidando la naturalidad del proceso. Todo ello es muy difícil, fuera del contexto natural de arraigamiento de los inmigrantes con sus orígenes. Mucho más difícil, en los inmigrantes de 2ª y 3ª generación, hecho habitual en muchas ciudades europeas.
Aunque el absurdo de las ideologías también se está cebando de este nuevo concepto. Si señores, estamos en crisis, no solo de valores, ahora también estamos en crisis económica. Las desigualdades se ensanchan, los trabajadores extranjeros ya no son bien acogidos por los países del Norte, o países occidentales. El paro es un peligro macroeconómico para los políticos occidentales. Hablan de cifras, no de personas.
De este modo, y haciendo honor al interés partidista, creado en todas las ideologías, los políticos han cogido la variable codesarrollo para el control de los flujos migratorios y la promoción del retorno de los inmigrantes a sus países de origen. La polémica está servida ya que en realidad volvemos a coartar la libertad de movimientos migratorios. Volvemos a atentar contra la libre circulación de las personas. Volvemos a ningunear la integración cultural de los pueblos. Todo ello, desde el concierto de los gobiernos occidentales, aunque como es de costumbre, de forma muy velada y sutil.
El codesarrollo solo tiene un futuro, el cual radica en las conexiones en red, entre asociaciones del país de acogida y del país de origen de los inmigrantes. En dichas asociaciones es inevitable el carácter de protagonismos de las asociaciones de inmigrantes, que se hayan ido forjando en los países occidentales. Para ello es transcendental el mejorar la identidad colectiva de dichas asociaciones de inmigrantes, mediante la concienciación, mediante la estimulación y la promoción de los miembros de dichas asociaciones. Solo generando una identidad colectiva de dichas organizaciones se podrá gestar un trabajo en red, positivo para la generación de sinergias que propicien desarrollo. Las multiculturalidad como conjunción de las diferentes identidades culturales, de todos los colectivos inmersos en el proceso, debería de ser fundamental.
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