La Desigualdad
La Desigualdad: Paradoja o Gran Mentira.
Autor : Raúl Estañol Amiguet
Soy un testigo privilegiado del sistema en el cual vivimos. Por ello, debo de ser responsable en la narración de la trama en la cual nos encontramos inmersos.
Dos límites del péndulo nos esclavizan y nos retienen, cada cual, en igual importancia, aunque en muy distinta consideración. Las dos controlan el poder en igualdad de alevosía, como cómplices de una trama orquestada.
En primer lugar, la sociedad capitalista, la cual se basa únicamente en el interés del beneficio. Nos hacen creer que en ella se encuentran los autónomos y las pequeñas y medianas empresas, gran falacia ya que la gran mayoría de la Economía privada somos simplemente actores, piezas indispensables para que todo el sistema funcione. El taller en el cual un empresario con decenas de trabajadores únicamente luchará para sobrevivir, por una pequeña ganancia, fruto de los esfuerzos colectivos, tanto del empresario, como de sus empleados, con un riesgo que simplemente dependerá de los avatares del tiempo y de las circunstancias. El verdadero capitalismo les es ajeno. Es propio de las grandes corporaciones las cuales siempre se adaptan a los nuevos tiempos. El engaño se encuentra en quienes piensan que ello se debe a que cada vez ganan más, producen más, ello en verdad es herencia de la era industrial. Hoy otros aires les motivan, el control de los costes puede ser más fructífero que el aumento de la producción. Así, manteniendo explotada a la gran masa de trabajadores del sector privado, con precios y salarios restringidos, dispondrán de los suficientes recursos para mantener su control de poder económico.
Por otro lado, el Estado intenta imponerse, aunque siempre reconociendo su necesidad de cooperar encubiertamente con las grandes corporaciones. El Estado quiere hacerse grande,poderoso, para ello, desde la creación de la percepción del Estado del Bienestar, del ideal de progresismo, desarrolla instituciones que adquieren poder vitalicio, aunque sus funciones enalgunas de ellas ya sean obsoletas. No retroceden un ápice, entrelazando administraciones públicas, perpetuando salarios públicos. Pero el sector público también sabe que dependen delos mismos autónomos, de las mismas pequeñas y medianas empresas, sustento del erario público.
La trama en estos tiempos, similar a tiempos pasados, pasa por confundir al pueblo, por controlar sus privilegios. Así, la sociedad se encuentra secuestrada en sus aspiraciones, inhabilitada al discernir. Para ello gestan dualidades ficticias con las cuales logran enfrentar a la sociedad: derecha-izquierda, conservadurismo-liberalismo,... Lo más gracioso es que las dospartes del péndulo nunca han permitido ningún tipo de liberalismo, ya que para el control del poder, la libertad siempre debe de estar coartada. Las corporaciones empresariales mantienen dicha coacción por medio de un mercantilismo feroz, de supeditar los costes de los proveedores del sistema a sus propios intereses. El Estado, independientemente del signo político, interviene en la economía asegurando el mismo control, de modo sutil, aunque necesario para garantizar la estabilidad de sus costes, de su factura de gastos, la cual se cobran de la Caja Única, los impuestos.
Cada día que pasa necesitan más esclavizados en el sistema, lo cual conlleva irremediablemente a que la desigualdad sea cada vez mayor. Un apunte interesante lo ofrece el nuevo viraje de ideologías hacia el populismo, doctrina que busca mediante la publicidad engañosa, mediante el ofrecimiento al pueblo de nuevos derechos, sin contraprestaciones, el continuar los mismos controles de poder. Todas las corrientes políticas se han hecho eco del populismo debido a su carácter novedoso y a la grata respuesta de sus confiados votantes. Un engaño más que provocará mayor desigualdad y fortalecerá aún más, tanto el estatalismo de las naciones desarrolladas, como el enriquecimiento de las grandes corporaciones.
En los relatos políticos ya todo son falsas noticias, Fake News
“Lástima de españolitos que defendemos unos bulos, atacamos otros... Según el color. No hemos aprendido todavía que solo se trata de colores. Que simpleza nos dan, una simple dualidad que simplifique las diversas realidades. Y nuestros políticos se ríen en sus atriles. Deberíamos de aprender...”
https://www.facebook.com/FundacionCronosVidaYCultura
Volver