Oda a la vida
Autor: Raúl Estañol Amiguet
El rencor es ignorancia, ya que nadie es mejor que el que se encuentra enfrente.
Dar las gracias por todo y para todos, ya que nada nos es de propiedad.
Defender la dignidad propia y la de todos nuestros seres cercanos.
Escuchar sin opinar, empatizar con quien más problemas muestre.
Evitar la dejadez, enfrentándonos a nuestros miedos y defectos.
Sufrir y comprender la responsabilidad en las correctas acciones.
La sinceridad de la verdad, doblemente nombrada, imperio de nuestra razón.
La desnudez del espíritu, denunciando nuestro propio orgullo, el cual se esconde en nuestras banales justificaciones.
La evitación de las ideas preconcebidas, así como la reflexión continua acerca de nuestros hábitos.
Las cosas verdaderas son, no están o se desean.
En política el poder representa dos dualidades que simplifican las conciencias de los votantes, enfrentándoles; de este modo, la opinión pública es pendular, y aprovechando la inercia del péndulo, cualquier impresentable puede aparecer a sus votantes como líder carismático.
Quien nunca ganó, nunca tendrá sensación de pérdida.
La gota que colma el vaso no es el problema, vigila el torrente que lo llenó.
La vida es caudalosa, conocer su cauce importante, saber navegar imprescindible.
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