Un País de envidiosos, donde vencen las amarguras, las cuales reclaman ODIOS que se enfrentan
Podemos ya en sus inicios, logra triplicar los votos de Izquierda Unida, su referente ideológico, el cual es lógicamente absorbido. De este modo, Podemos se convierte en el gran partido visagra, ante el codicioso inmovilismo de Ciudadanos, y las ansias de Pedro Sánchez en la FORMACIÓN del gobierno, y de este modo en ser el sumo presidente de la nación. PABLO Iglesias sabe de la ambición unipersonal de Pedro SANCHEZ, aprovechándose de dicha situación, facilitándole la gobernabilidad, mediante el pacto con partidos que atentan contra la soberanía de ESPAÑA. La fusión de todos estos partidos e ideologías dispares y contrapuestas en muchos matices, todo ello por controlar una porción del poder de la Caja Única.
En la actualidad se genera un Relato de la Mentira, donde parece que todo valga en pos del mantenimiento del poder. El súmmum del Postmodernismo llevado a la política. Se intervienen los medios de comunicación, para generar una sensación de normalidad. Ideologías tergiversadas en busca de diversas y distintas bolsas de votantes: LGTBI, indigentes, comunistas, antisistemas, inmigrantes, feministas, okupas, nacionalistas confundidos,...
Lo paradójico se constata en que Podemos, un partido claramente centralista y españolista, copiando viejas fórmulas del PSOE, logra presentarse en diversos territorios españoles, en agrupación con partidos nacionalistas.
Tras la nefasta gestión de la pandemia del Coronavirus, se intentan acallar las voces que denuncian tanto los fallos en Sanidad, como la crisis económica a la cual nos dirigimos irremediablemente. Más impuestos, más subsidiados, es la única fórmula que pregonan. La única esperanza es la Comunidad Europea, la cual nos ayudará financieramente, y nos impondrá condiciones restrictivas que nos conducirán a un inevitable Rescate.
El problema es mayor, ya que la llamada a la amargura y a los odios en unos bandos, de izquierda; por física elemental, provocará un efecto proporcional e inverso, en la creación de un partido de extrema derecha: VOX. Llamadas al odio sujetas a penalidades pasadas que afectaron a todos los sectores de la población. Reclamos falseados para convencer a votantes indignados por cuestiones más presentes y mundanas.
El fenómeno actual es al igual interesante, como peligroso. Recordemos los que sabemos, o expliquemos a los que no saben, que en el reciente siglo XX se forjaron hasta 18 dictaduras en diversos países de Europa; y otros tantos países pasaron al comunismo, allí donde la sociedad civil perdió sus más elementales derechos civiles, siendo secuestrada su libertad por la planificación comunista o por el fascismo más feroz.
Todos nacemos de una familia, en un lugar, con un estatus social y religión, o cultura de referencia. Ojalá llegásemos a entender que nada de ello nos debe de determinar nuestro carácter, ni mucho menos nuestras decisiones. Porque permitir a ciertos grupos de opinión aquello que es contrario al bien, a la justicia o a la libertad??
Nuestra herencia pasada debe de marcar nuestro destino futuro??? Tan pobres somos que determinamos nuestro comportamiento por prejuicios provenientes de situaciones pasadas???
Deberíamos tener la posibilidad de creer, abrir la mente ante nuestro diferente, ya que en la diversidad está la riqueza, en la aceptación del otro nuestro encuentro. Nunca seremos más, ni mejores, si no llegamos a entendernos como iguales. La solución es fácil: rehuir de la mentira, de la mezquindad y del aprovecharnos de las conciencias frustradas.
España contra España: cómo la política del odio nos ha convertido en el país más polarizado del mundo @elmundoes - https://www.elmundo.es/
“la moderna teoría de la democracia se ha apartado de muchos de los ideales jeffersianos, y de hecho se basan justamente en el miedo y la desconfianza de la gente, a la cual no se le ha de permitir que determine la política pública ni que entre en la esfera pública porque, así como lo expresan los pensadores contemporáneos, es demasiado estúpida e ignorante”.
Para apoyar mis argumentaciones rescataré las opiniones vertidas por Primo Levi, quien fue deportado por el nazismo a Auschwitz en 1943, escribiendo un libro tras su cautiverio: veo interesante extraer el siguiente párrafo (Levi, 1998: 231,232)
“(…)De monstruos, hay, pero son demasiado pocos para ser realmente peligrosos; son más peligrosos los hombres corrientes, los funcionarios dispuestos a creer y a obedecer sin discutir, como Eichmann; como Höss, comandante de Auschwitz; como Stangl, comandante de Treblinka; como los militares franceses de veinte años después, quienes masacraron en Argelia; como los militares americanos de treinta años después, quienes masacraron en Vietnam. Debemos desconfiar, pues, de quien nos quiere convencer con medios diferentes de la razón, es decir, de los líderes carismáticos: hemos de ser cautos en delegar a otros nuestro juicio y nuestra voluntad. Como que es difícil distinguir a los profetas auténticos de los falsos, es mejor sospechar de todos los profetas”.
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